A las nueve menos cuarto, aproximadamente, llegaba ayer la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota tras un largo camino que iniciaban el pasado martes para su encuentro anual con la Blanca Paloma. Al igual que en la ida, la llegada estuvo arropada por muchos roteños que esperaron a la altura de la rotonda de María Auxiliadora para dar la bienvenida a sus paisanos rocieros.

Con caras cansadas pero con la satisfacción en el cuerpo de la romería vivida, unos 70 romeros, la mitad de los que partieron el pasado 3 de junio, afrontaban los últimos kilómetros antes de llegar a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen donde definitivamente darían por concliuido este Rocío que se ha saldado sin incidentes graves. Antes de poder llegar a casa y descansar, les tocaba hacer un recorrido por el casco urbano de Rota que en esta ocasión, también fue distinto ampliando su paso por el centro de Rota y dando así mayor realce a la llegada.

Fue en el último tramo de la avenida de la Libertad donde los rocieros organizaron la comitiva con el reparto de banderas y estandartes para hacer su llegada a Rota, acompañados además por representación de la Hermandad del Amor, con quien comparte sede canónica, y del Santo Entierro con quien se hermanó hace unos años. Este año, sin caballos que abrieran el cortejo, tan sólo uno, los romeros se dispusieron a afrontar el último tramo. Pese al cansancio acumulado por nueve días de mucha intensidad, sus gargantas todavía alcanzaban para ir dedicando canciones y sevillanas a la virgen llamando la atención de los ciudadanos que los esperaban en los puntos de mayor trasiego, algunos de ellos, repartiendo las tradicionales ramas de romero. 

Tras enfilar María Auxiliadora y llegar hasta San Roque, la hermandad recorrió las calles Aviador Duran, Higuereta, Blas Infante y plaza de Andalucía donde entraron en la capilla de la Caridad a realizar una ofrenda floral. Tras esta parada, continuaron por Veracruz hasta llegar a la parroquia del Carmen donde tras el rezo de una salve y dar gracias por el camino vivido, concluía definitivamente este Rocío 2014. Atrás quedan jornadas de convivencia, oración, cante, baile y buen ambiente y sobre todo, la satisfacción de haber podido ver un año más a la virgen del Rocío en su ermita. 

Hoy es una jornada de descanso para muchos de ellos que aprovecharán para poner en orden el equipaje y dar un respiro al cuerpo trayendo a su memoria los buenos momentos vividos entre amigos y familiares. Desde hoy, comienza de nuevo la cuenta atrás.