Cuando la muerte no es el fin, es el inicio
"En Hansala he llorado mucho pero es el lugar en el que más he reído"
![[Img #2952]](https://rotaaldia.com/upload/img/periodico/img_2952.jpg)
Violeta Cuesta es una mujer menuda e inquieta pero con una fuerza en su mirada y una firmeza en sus palabras que hacen que al poco de conocerla, ese aspecto frágil se torne en una mujer de claras convicciones, con un discurso convincente que te contagia. Nos recibe en los pinares de Rota y con un gesto nos indica que la acompañemos en la mesa mientras habla por el móvil con una compañera de Solidaridad Directa ultimando detalles del proyecto en el que se encuentran inmersos.
Una vez que comenzamos la charla, Violeta pide disculpas por la conversación telefónica que nos hizo esperar unos minutos y se olvida casi a la vez, del dossier de prensa que tenía a su izquierda para la entrevista y hasta de refrescar su garganta con el Aquarius que prácticamente, 45 minutos después, estaba intacto.
Inmersos en la primera Subasta Benefica de Pintura para recabar fondos para una carretera en Hansala, Violeta no para de hablar empalmando una pregunta con otra. Tiene claro lo que quiere contar y desde cuando. Desde octubre de 2003 cuando una patera naufragó en Rota y acabó con la vida de 37 inmigrantes, la mayoría de Hansala, un pueblo bereber que ha visto el progreso gracias a aquella tragedia y a Solidaridad Directa.
Violeta, éste es vuestro proyecto más ambicioso, ¿en qué consiste?
El proyecto consiste en asfaltar 10 kilómetros de pista que separan a Hansala de la civilización. El acceso que hay ahora es una pista a la que sólo se accede por pick up (un coche tipo ranchera) o todoterrenos pero la lluvia del invierno la ha deteriorado mucho y está inaccesible. Por ello, queremos asfaltarla, para poder permitir de nuevo el paso y que la población pueda bajar y subir del pueblo.
Con todo lo que ya habéis hecho en Hansala desde la muerte de los 37 inmigrantes de la "patera de Rota" ¿por qué es éste el proyecto más ambicioso?
Pues principalmente porque es el más costoso. Hasta ahora, ningún proyecto ha superado los 10.000 euros pero este es diferente. En él participamos nosotros (Solidaridad Directa), la Asociación de Inmigrantes de Hansala en España y el gobierno de Marruecos. De hecho, una parte importante la aportará el gobierno marroquí pero para que eso ocurra, la población debe presentar un aval de 40.000 euros para que entonces, el gobierno comience la obra. Es decir, que hasta que no consigamos ese dinero, no se iniciarán las obras de asfaltado. Nosotros no podemos aportar el 100 por 100 de esa cantidad, es más, no sabemos cuánto dinero vamos a poder reunir. De momento, la asociación de inmigrantes de Hansala creo que tienen unos 15.000 euros reunidos, el resto, está por ver. Hasta que no concluya la subasta de pintura, la aportación de socios y colaboradores... Nosotros hacemos que la gente done para proyectos concretos y hasta finales de agosto no sé qué pasará.
¿Qué significa esta carretera para Hansala?
Significa progreso. Abrir una vía de comunicación siempre es progreso. Allí la gente baja con burros y animales y los pick up son muy antiguos. Cada 2 kilómetros hay que parar para echarle agua y refrigerar el motor, así que imagínate, para recorrer 12 kilómetros tardamos una hora. Por eso, esta carretera les hace falta.
Y para vosotros, ¿qué significa este proyecto?
Pues ir cerrando el ciclo. No es que nos vayamos a ir de Hansala pero sí sería dejar a esta población bastante digna. En estos seis años hemos conseguido que haya escuelas, canalización del agua, acequias, becas para niños, un dispensario médico... y lo que nos falta es la carretera que les abra la comunicación con la civilización.
Pero entonces, después de éste ¿no habrá más?
Bueno no es eso. Ya hemos trabajado en otras poblaciones porque los bereber son los más pobres de Marruecos. La mayor miseria es la de esta gente que vive en condiciones durísimas, con cuatro cabras y lugares llenos de piedras sin poder cultivar nada. Por eso, quizás lo interesante sería trasladar el modelo de cooperación que Solidaridad Directa ha llevado a cabo en Hansala. En cada proyecto, gente del pueblo ha trabajo como voluntario y eso les hace valorar mucho más lo que tienen. Yo he visto proyectos millonarios con los que no se ha hecho nada porque mucho dinero se pierde en el camino, en la gestión. Nuestro éxito es todo lo contrario. El que quiere ayudar se paga su viaje a Hansala y su dinero llega íntegro allí. Con 18.000 euros nosotros construimos un dispensario médico, es una cantidad irrisoria y sin embargo, se consiguió porque nosotros aportamos el dinero y ellos, (los ciudadanos de Hansala) aportan uno o dos voluntarios para la construcción de cualquier proyecto. Nuestra filosofía es no recibir subvenciones de instituciones públicas a excepción de una del Ayuntamiento de Rota para un proyecto concreto y otra de Diputación de Cádiz para placas solares y para una ambulancia.
Lo que queremos es que la gente vaya y sea solidario de verdad, y aunque Solidaridad Directa es un intermediario, que no nos utilicen para limpiar su conciencia de que han hecho algo por los demás.
¿Cuántas veces has ido a Hansala en estos seis años?
Yo, unas 20 ó 30, yo que sé, ya ni me acuerdo, pero muchas. Es un lugar en el que he llorado mucho porque las condiciones de vida son fatales, pero sin duda, también es el lugar en el que más he reído. Ellos son felices con prácticamente nada. Yo recuerdo que cuando fui la primera vez íbamos todos muy abridados por las bajas temperaturas y los vimos a ellos en chancletas, camisetas rotas... no sabías a quién darle tu abrigo, llorabas porque te superaba todo aquello y encima, eran los padres de los inmigrantes muertos en la patera de Rota quienes nos daban ánimos a nosotros. Bueno, te puedes imaginar que nos volvimos con lo puesto y sin un euro. Yo tengo el corazón partido. Hansala me ha enseñado de la vida. Lo poco con lo que se puede vivir en condiciones muy duras, la generosidad que tiene gente que no tiene nada y te da lo poco que guardan. Me demuestran que el ser humano es capaz de hacer grandes cosas. Aquí, en el primer mundo, nos preocupamos por pamplinas, tenemos demasiadas cosas y sin embargo ellos que no tienen nada, ni lo básico, son mucho más felices. Es la fortaleza que te da la vida dura. Ellos viven con la muerte a diario porque esa zona es la que mayor emigración clandestina tiene y las desgracias les hace fuertes por eso, son capaces de consolarnos y contagiarnos de esa alegría, es algo extraordinario.
Aunque suene a una burrada lo que voy a decir, (Violeta interrumpe y asegura que ya sabe cuál es la pregunta). Fue mejor la muerte de esos 37 inmigrantes, han logrado mucho más muriendo que tal vez si hubieran conseguido llegar a tierra...
Es verdad, pero tuvieron que pagar un precio muy alto con su vida aunque ha valido la pena porque hoy Hansala es un ejemplo. Antes no aparecía ni en el mapa y hoy muchos saben que este pueblo existe. Con la muerte de los inmigrantes no solo han mejorado sus familias sino todo el pueblo. Desde que Solidaridad Directa llegó a Hansala no ha habido más emigración clandestina, dicho por el alcalde de allí. Eso era un objetivo para nosotros y lo hemos conseguido.
Casi se nos acaba el tiempo y no hablamos de lo que ahora les importa a Solidaridad Directa, de la I Subasta Benéfica de Pintura que han organizado para recabar fondos para este ambicioso proyecto que tendrá lugar el viernes 13 de agosto a las ocho de la tarde en el Bar Los Pinos.
¿Cómo surge esta idea de la subasta?
Pues nos planteamos hacer algo distinto y pensamos que Arte y Solidaridad era algo bello si lo mezclábamos. Por eso, se nos ocurrió esta subasta de pintura en la que participan unos 20 artistas roteños y personalidades reconocidas a nivel nacional que han donado obras para esta subasta. Nos ha pasado como con todo, cuando se hace con ilusión, la respuesta se multiplica. Nosotros pedimos y siempre recibimos cuatro veces más. Cada artista aportará 3 ó 4 obras y ellos han fijado un precio de salida para la subasta que a mí, me parece bastante bajo, yo no podría haber puesto precios de 40 ó 50 euros de salida a pinturas que valen muchísimo más. Eso significa que esta gente quiere colaborar y han dado una lección de solidaridad tremenda. Yo creo que además es una ocasión única para adquirir una obra de arte, una buena pintura a un precio muy económico y de paso, ayudarnos a recabar ese dinero necesario.
Si de verdad quieres ser solidario, éste es el momento para que contribuyas a asfaltar un metro de carretera que lleva a la solidaridad. Tienes una cita en la I Subasta Benéfica de Pintura el viernes 13 de agosto a las 20:00 horas en el Bar Los Pinos, en los pinares de Rota.
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