El Miércoles Santo es jornada de luto para los cofrades roteños. Enfilando el ecuador de una Semana Santa en la que por fin el tiempo no es el protagonista, los roteños pudieron disfrutar anoche de una estación de penitencia que lució por su sobriedad, solemnidad y seriedad.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud, María Santísima de la Caridad y San Juan Evangelista marca un estilo propio en sus salidas procesionales y una vez más, dio muestra de su saber estar en la calle sembrando respeto a su paso.

Fueron muchos los ciudadanos que se acercaron a las ocho y media de la tarde a la plaza de Andalucía donde se sitúa la capilla de la Caridad desde la que partieron los dos titulares de esta joven hermandad que completó su salida procesional sin incidentes y logrando sacar la espinita que quedó clavada el año pasado cuando la lluvia los dejó en capilla. Ayer no había temores y así lo manifestaba a este medio el hermano mayor, Manuel Gallero, que desde primera hora se mostraba muy atareado por los preparativos de última hora, pero tranquilo porque el cielo se presentaba despejado.  Efectivamente, a la hora de su salida el tiempo acompañaba y los roteños acudieron a su cita del Miércoles Santo.

Partía la cruz de guía puntual a las 20.30 horas y le seguían los hermanos nazarenos con cirios, varas o portando las insignias más destacadas de la hermandad. Acompañado de capilla musical, salía en primer lugar por el dintel de la capilla de la Caridad Nuestro Padre Jesús de la Salud que ayer estrenaba túnica morada, camisa interior y los faldones en terciopelo morado de Lyon de su paso. Esta imagen procesionaba cumpliendo 50 años desde su talla y estrenaba el Calvario que completa este conjunto iconográfico en el que se representa a Jesús en su tercera caída  con la cruz a cuestas ayudado por dos ángeles que lo sujetan y lo ayudan  a levantarse para continuar el camino. Las dificultades que entrañan lo estrecho de la puerta de la capilla hace que la labor de la cuadrilla de costaleros sea digna de admirar. Salen de rodillas tras varias maniobras complicadas que dirige el capataz Joaquín Bandarra Martínez que lleva 28 años al frente de este cargo.  Ayer además, el saetero roteño Agustín Nogales dedicaba una saeta al titular de La Salud cuando este enfilaba los primeros pasos de su estación de penitencia flanqueada, al igual que la virgen, por dos policías nacionales que acompañan a aquellas hermandades que lo solicitan.

Con el Cristo ya en la calle, seguían pasando hermanos nazarenos hasta completar los más de 250 penitentes que acompañan a esta cofradía. Llama especialmente la atención la presencia de jóvenes en el cortejo gracias a la sección juvenil de la hermandad que viene pisando fuerte y que asegura cantera suficiente para que la Salud tenga continuidad. En este mismo cortejo un grupo de pequeños de no más de 5 años con canastas repartiendo algunos caramelos pusieron la nota más espontánea de una hermandad que luce por su seriedad.

Tras el paso del cuerpo de acólitos y una representación de la Hermandad de Los Dolores con quien comparten sede canónica, asomaba por la capilla la Virgen de la Caridad y San Juan Evangelista. Las dimensiones del palio hacen que sea imposible que los costaleros se mantengan debajo del paso con lo que las maniobras necesarias para salir a la calle llevaron un tiempo considerable que hizo a los presentes admirar el trabajo de una cuadrilla bien llevada pro Julio Villalba López que hacía su primera estación de penitencia. Primero de rodillas y luego por los laterales, el paso palio fue sacado de la Caridad. Una vez en la calle, a pulso, y con una nueva saeta de Nogales planeando en el ambiente, la cuadrilla levantó a su titular con algún que otro tambaleo que puso el alma en vilo de los presentes. Finalmente, la maniobra concluyó y la cuadrilla de costaleros recibió el aplauso de un público agradecido. Con los costaleros bajo las trabajaderas, María Santísima de la Caridad que ayer estrenaba una blonda de anticuario, iniciaba también su recorrido por las calles de la villa acompañada por las marchas fúnebres que la banda de música "Fernando Guerrero" de Los Palacios le dedicó a lo largo de toda su estación de penitencia.

El Miércoles Santo discurrió con la normalidad que permite el buen tiempo y fueron muchos los ciudadanos, que hoy jueves estrenan vacaciones, los que salieron a la calle, de hecho, entre el público que esperaba en las aceras el paso de los titulares, se pudo ver a mucho turista que hoy sin duda irá en aumento.

Jesús de la Salud y María Santísima de la Caridad volvieron a capilla algo antes de la una y media de la madrugada tras recorrer las principales calles del casco antiguo. Lo hicieron en un ambiente de oscuridad total, con las calles Charcos y plaza de Andalucía sin luz, lo que dio muestra una vez más de la jornada de luto que siempre siembra esta hermandad en la Semana Mayor de la villa.