Mujeres luchadoras, ya sea en el plano profesional, en el empresarial, en el asociativo o en el social, recibieron en la tarde de ayer el homenaje institucional que cada año el Ayuntamiento de Rota otorga a aquellas roteñas que de un modo u otro, casi siempre de forma anónima y a título particular, han contribuido a mejorar el desarrollo de la localidad. Reconocimientos que sirven para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, llevando al primer plano a cuatro mujeres que trabajan duro por vocación o por profesión. Cada una de las cuatro homenajeadas en el acto de ayer era muy distinta a la otra aunque todas tenían un punto en común, haber sido valientes, luchadoras y generosas.

Inmaculada Ruiz-Mateos Fernández, Manuela González Lucero, María del Carmen Domínguez Real  e Isabel Castel Pozo recibieron un detalle del Ayuntamiento y el aplauso de todas aquellas personas que acudieron a esta cita y llenaron el acto multiusos del Palacio Municipal Castillo de Luna. A estos reconocimientos se sumaba uno a título póstumo a Antonia Letrán Helices, que a través de la exposición "Luces de Mujer" que anoche se inauguró, forma parte de mujeres que han destacado en la historia de Rota.

Fue el delegado de Igualdad, Paco Corbeto, el que abría el turno de intervenciones teniendo unas palabras de renocimiento a la Asociación Andaluza de Matronas, que aprovecharon la afluencia de público que se iba a dar ayer con este acto, para reivindicar la necesidad de tener una matrona en cada centro de salud. Y es que en Rota, tras la jubilación de la matrona Mercedes Ruiz-Mateos, no se sabe si habrá una sustituta que ocupe el puesto por lo que se podría dar el caso de que la localidad se quedara sin un profesional de este tipo tan importante para la mujer y para la familia, tal y como apuntó Paco Corbeto.  Tras su apoyo a la lucha por esta causa, el delegado de Igualdad destacó el papel de la mujer en la sociedad calificándola en varias ocasiones como "el motor del desarrollo". Precisamente por la implicación de muchas de ellas en distintos ámbitos, principalmente en el asociativo, Paco Corbeto insistió en la necesidad de escucharlas y llegar a tomar decisiones de forma consensuada en pro de una sociedad más igualitaria. La labor emprendedora y empresarial de Inmaculada Ruiz-Mateos, la dedicación social de Manuela González Lucero, el trabajo educativo de Isabel Castel, la lucha por superar situaciones adversas en el terreno de la discapacidad de María del Carmen Domínguez, o título póstumo, el compromiso con la sociedad y la vida pública y personal de Antonia Letrán Helices, consiguieron ayer un merecido homenaje que el delegado de Igualdad tildó de imprescindible para el desarrollo del municipio en términos de igualdad de oportunidades.

Tras sus palabras comenzaron los homenajes. Una a una, las elegidas este año con motivo del 8 de marzo, recibieron un pergamino enmarcado en el que el Ayuntamiento de Rota venía a reconocer su valía como mujer. Además se les entregó un ramo de flores, algunas de ellas lo recibieron por triplicado ya que aprovechando este gesto del gobierno local, familiares, amigos o entidades relacionadas con las homenajeadas quisieron sumarse a este recoconocimiento.

La primera en recibirlo fue Inmaculada Ruiz-Mateos Fernández, mucho más conocida como Lala. A sus 37 años, es una mujer empresaria que ha sabido modernizar y ampliar la empresa familiar en la que representa a la tercera generación. Desde una panadería en la calle Charco que abrió su abuelo hace 50 años, hasta las cinco tiendas actuales con las que cuenta en distintos puntos de Rota y Costa Ballena, Inmaculada Ruiz-Mateos ha pasado por 13 años de entrega y trabajo. Con la máxima de "renovarse o morir", ha sabido ampliar mercado sumando a la venta de pan, los yogures artesanos o los helados. Hoy en día, esta joven roteña que desde pequeña recibió en su familia la disciplina y el valor del trabajo bien hecho, ha conseguido sostener junto a su hermano Carlos una empresa que cuenta con 20 trabajadores.  Calificada por sus amigos y familiares como trabajadora nata, responsable y con una enorme capacidad de trabajo, Lala recibió ayer no sólo el reconocimiento del Ayuntamiento de Rota sino el de todo su entorno. Esta joven agradeció emocionada el reconocimiento sin olvidar compartirlo con su familia de la que ha mamado los valores que pone en práctica cada día. En su turno de palabra, compartió su homenaje con todas aquellas personas que luchan por sacar un proyecto adelante no olvidando que el germen del suyo, lo puso su abuelo. Lala tuvo palabras de cariño para su familia, amigos y trabajadores a los que agradeció la ayuda que le han prestado en estos años y han sido comprensiva con ella.

Acto seguido llegaba el turno de Manuela González Lucero, una mujer roteña cuya fe la ha movido a entablar una línea de colaboración con congregaciones religiosas de Marruecos, Ucrania o Lituania. Sin saber mucho de nada, sólo entendiendo de fe, como ella mismo dijo anoche en el acto de reconocimiento, Manolita, como todo el mundo la conoce en Rota, demostró anoche que es una mujer sencilla, con una gran vocación de ayudar a los que más lo necesitan, principalmente, a mujeres, niños y mayores. El envío constante de ropa, leche o medicamentos a las Hermanas de Calcuta que se ocupan en estos países de madres solteras, o la atención a niños así como incluso ayuda a los reclusos de cárceles como la de Marruecos, son una buena parte de su vida. Manuela González tiene un compromiso de fe, es católica y cree que es precisamente esta creencia la que le ayuda a sacar adelante el embolado en el que hace 14 años se metió casi por casualidad en su primer viaje a Tánger. Desde luego, ayer dio muestras aparte de su desparpajo y sencillez, de su gran sentido de la solidaridad. Esta mujer roteña es asidua a los mercadillos que se organizan en Rota en los que vende artículos de segunda mano o cedidos por empresas para sacar algún dinero que costee los largos viajes, el traslado de paquetes a los países con los que colabora o el papeleo que se precisa.  Ayer, compartió su reconocimiento con todas las empresas y personas que la ayudan en esta tarea y arrancando en más de una ocasión el aplauso del público, insisitió en la necesidad de ayudar. Ella lo hace movida por la fe que tiene en Jesús de Nazaret que cree fielmente que es el que la ayuda cada día.

La labor educativa de Isabel Castel Pozo fue la siguiente en destacar en este acto por el 8M. Educadora en Rota desde hace 39 años, ha pasado por varios colegios de la localidad como Azorín, Luis Ponce, Astaroth o la escuela de adultos. Su capacidad de trabajo y su rectitud a la hora de ejercer como docente e inculcar valores de trabajo y respeto a sus alumnos la llevaron a ser directora de varios centros y jefa de estudios. Un puesto desde el que era igual de respetada y admirada por estudiantes y compañeros maestros. Aunque no es roteña de nacimiento, lleva  45 años en Rota y ha formado su familia aquí. Calificada como una mujer justa y estricta en su trabajo, Isabel Castel recibía su homenaje con la satisfacción de haber educado a centenares de roteños con los que hoy en día mantiene un estrecho contacto. Quizás eso sea, según manifestaba ayer, la mayor satisfacción de su vida laboral. Este reconocimiento quiso compartirlo con sus compañeras, mujeres que han luchado con seriedad y esfuerzo desde su puesto de trabajo y con todas aquellas que con su lucha han contribuido a mejorar la vida de este pueblo.

Lucha que conoce muy bien la siguiente homenajeada, María del Carmen Domínguez Real, que con sólo 20 años y tras al fallecimiento de su hermana, hizo el papel de madre de sus dos sobrinos, uno de ellos tetrapléjico, que posteriormente fue diagnosticado de enfermedad rara. A ellos ha dedicado prácticamente su vida aunque con especial esfuerzo a su sobrino Juan José para el que consiguió grandes logros con el único objetivo de que se sientiera un niño normal ya que sus problemas de discapacidad era físicos y no psíquicos. María del Carmen Domínguez tuvo que madurar a la fuerza y sacó fuerzas de donde no sabía que las tenía para luchar por una vida mejor no sólo para su sobrino sino para el resto de personas discapacitadas. Junto a su amiga Narci Moreno y un grupo de padres, crearon la Asociación de Discapacitados de Rota para que la lucha por conseguir logros fuera más efectiva. Nunca desfalleció y todos los problemas por superar se convertían en retos. Consiguió la eliminación de barreras arquitectónicas en la localidad, que se iniciaran talleres en la asociación y mejorar en definitiva, la calidad de vida de estos jóvenes. Luchadora nata, María del Carmen Domínguez fue calificada por sus amigos y familiares como una mujer valiente y emprendedora. Ayer, en su turno de palabra reconoció el trabajo de todas aquellas personas que han tenido como principal motivo de sus vidas la lucha por los discapacitados porque ello ha contribuido a una mejor sociedad para el colectivo. Reconoció que si el panorama es ya complicado para una mujer con hijos, cuando estos tienen alguna discapacidad, la cosa se multiplica por mil, por ello, su reconocimiento era también para esas madres y padres luchadores.

Tras un largo acto de homenajes, que se prolongó en unas dos horas, fue la alcaldesa de Rota, Eva Corrales, la que cerraba las intervenciones dedicando palabras de mucho cariño y de respeto a las cuatro homenajeadas en el salón de actos. Reconocimiento que hizo extensivo a las madres y abuelas luchadoras de la localidad y a todas aquellas roteñas que, como las homenajeadas, han contribuido a hacer una Rota mejor. Ser mujer empresaria, entregar la vida a la docencia, superar retos y situaciones complicadas o el servicio a los demás a través de la solidaridad, son lo que representan las cuatro mujeres que ayer centraban este acto del 8 de marzo. Eva Corrales envió un mensaje claro, "la mujer no tiene que demostrar nada, sólo ser nosotras mismas con lo que nuestros padres hayan podido darnos". Desde la universitaria a la ama de casa más humilde, dijo la alcaldesa, "todas tenemos mucho que aportar" manifestando así su reconocimiento al papel de la mujer en la sociedad.

Exposición "Luces de Mujer"

Concluida esta primera parte del acto, tocaba el turno de la inauguración de una nueva edición de la exposición "Luces de Mujer" que estará presente en el patio del Castillo de Luna en estos días uniendo a mujeres muy importantes de la historia mundial a otras que también han hecho méritos en la vida local. A Victoria Martin Barhié, Indira Ghandi, Marie Curie, Teresa de Calcuta, Clara Campoamor, Cristina Buada, Manuela Forja, Isabel Moreno y Manuela Sánchez Barcala, se sumó ayer la figura de Antonia Letrán Helices, una de las primeras mujeres en participar en la vida política de Rota en democracia en la Corporación local de 1979 a 1983. Esta roteña superó obstáculos pero lo hizo de forma generosa y valiente destacando su faceta humana y solidaria. Así se refiere a ella el cartel que cuelga en esta exposición.

Fue su hija la que agradeció al Ayuntamiento de Rota este gesto por reconocer la labor y trabajo que hizo su madre para que tras ella, otras tantas roteñas tuvieran el camino más fácil para llegar a ser representantes municipales en la vida política. Su hija reconoció el apoyo y ayuda que en su momento Antonia Letrán recibió de funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento que ayudaron de una manera u otra a que la mujer no quedara fuera de este escalafón. Un papel que la alcaldesa, Eva Corrales, reconoció entregando el acuerdo enmarcado en el que la junta de gobierno decidió este homenaje. El homenaje póstumo a esta roteña cerró el acto con motivo del Día Internacional de la Mujer. 

Una cita que se prolongó en dos horas y media pero que sirvió para poner sobre la mesa la valía y valentía de muchas mujeres roteñas que ayer estaban representadas por las cinco homenajeadas pero que podría hacerse extensible a muchas más.