Balsa Cirrito
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LA SOLUCIÓN (TENÍA QUE SER YO QUIEN LO ARREGLARA)
El asunto es complicado y todos le hemos dado la tira de vueltas. Mucho hablar, mucho gritar y mucho poner encima de la mesa aquello que el pudor recomienda tener guardado. Pues, ea, ya está, aquí tengo la receta magistral. Sé que he comentado repetidamente el asunto y que en ocasiones me he puesto un pelín pesado, pero, créanme, en esta ocasión merece la pena.
Por supuesto, hablo del asunto catalán.
Y la solución del problema es la siguiente. Primer paso: concederles la independencia a los catalanes. Pero ya; sin referéndum ni leches, a palo seco, olvidando enjuagues, la semana que viene mejor que la otra. El próximo paso puede parecer más difícil, pero está chupado. Justo cuando Cataluña consiga la independensia, le declaramos la guerra. ¡Guerra a Cataluña! Sin buscar excusas. Por mera chulería. Para lucir figura, vamos. Y ahora viene lo bueno. Es verdad que Cataluña no tiene ejército, pero la Guardia Urbana de Barselona es mucha guardia. Caramba si lo será, porque en mi plan magistral, Cataluña gana la guerra. Y la gana al estilo del Cid Campeador, sin disparar un tiro. Los ejércitos españoles, acojonados ante la potencia de la dicha Guardia Urbana de Barselona, se retirarán a toda leche, cuando no rendirán sus banderas ante estos nuevos almogávares (quise decir, almogavars).
O sea, que Cataluña habrá conquistado España. Una vez llegado a este punto comprenderán que todos los problemas habrán desaparecido. No seremos españoles, seremos todos catalanes y tendremos la comunidad autónoma de Espanya, con sus subcomunidades de Andalucía, Aragón, Extremadura, etc. Y lo mejor es que estaremos todo el tiempo amenazando con independizarnos del Estado Catalán si no nos conceden esto o aquello.
El resto de las cosas seguirán más o menos donde estaban; incluso los colores de la bandera serán los mismos. Lo único que cambiará es que en vez de cocido o puchero tomaremos escudella; en vez de flan, crema catalana; en vez de ¡cojones! diremos ¡collons!, que es mucho más fino; y en lugar de Cruzcampo, la selección de fútbol será patrocinada por Voll Damm.
Eso sí, lo que no veo es dónde pondremos a Don Juan Carlos.












YA VEREMOS | Domingo, 23 de Febrero de 2014 a las 19:44:48 horas
La ironía no está mal si no fuera porque está en juego el destino de miles de ciudadanos que les harán elegir entre ser extranjero en Cataluña o en España. Y las miles de familias que pueden quedar separadas por la ambición, como siempre, de unos políticos sin escrúpulos. Se sabe lo que se pide. Como puede quedar esto no se sabe. De momento se siembra mucho odio en Cataluña contra el resto de España. Ya veremos como queda todo, si en nada o en una tragedia.
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