PESIMISMO



Flaco favor le hace  a la Democracia en general y al Estado Social en particular, las irregularidades fundamentadas que achacan a la Unión General de Trabajadores. A la desconfianza hacia la democracia representativa, por parte de movimientos ciudadanos como el 15M , se une, además, el generalizado escepticismo hacia los sindicatos mayoritarios de este país nuestro. La corrupción salpica no sólo a los partidos políticos, también a los sindicatos y ello da argumentos a partidos políticos de nuevo cuño y de discursos fáciles y a la extrema derecha ideológica.

El pueblo, expectante, observa.

Observa , porque lo que es manifestarse, cada vez se lo está poniendo más difícil los nuevos reglamentos gubernamentales. El nuevo proyecto de “ley mordaza” pretende acabar con toda manifestación “subida de tono”. Lo preocupante es saber quién decide y pone el listón a esas subidas de tono. Un paso atrás en el derecho a la libertad de expresión recogido en la Constitución.  Nos instalan el miedo.
Incumplimiento de la Carta Magna.

No todos somos iguales ante la Ley. Me estoy acordando de la Infanta Cristina y su POSIBLE fraude fiscal y blanqueo de capital. Posible con mayúsculas, no vaya a ser que me apliquen la Ley y me condenen por uso inapropiado o abusivo de la Libertad de Expresión. Incumplimiento del artículo 14.

¿Para qué reformar la Constitución? Bastaría con hacer cumplir el articulado de la misma, como diría Julio Anguita. Con cumplir los artículos de la Constitución, la reforma de la misma vendrá por añadidura.

Se espera un invierno frío y largo. Sobre todo largo. No hablo desde el punto de vista meteorológico. Ese se le supone. Me refiero desde el punto de vista social. La pobreza ha aumentado. No todos han sufrido los efectos de esta crisis capitalista de la misma forma. El gobierno ha criminalizado hasta la pobreza. Pueden multar por dormir en la calle. Como si esa opción se eligiera. La crisis extiende sus tentáculos. Recuerdos de aquel noticiario, NO-DO, que en Rota veíamos en los cines con algunos meses de retraso.

La cuestión es sencilla de contestar: ¿estamos mejor que en el 2011?
La respuesta parece evidente, está a la vista. Pues eso.

Vuelta atrás en logros sociales que costaron años. ¡Qué aquí no regalan nada! Si no luchas, nada consigue. Nelson Mandela lo puede confirmar con su vida.
 Vuelven los tonos grises, como las oscuras golondrinas de Bécquer.
 Acabamos  de atender a una mujer a quien le van a desahuciar. Un caso más, una familia más. ¡Maldita crisis! ¡Maldito sistema!

Hoy el pesimismo se ha apoderado de mi estado. No es para menos.
Al menos, Salud.