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Sábado, 24 de Julio de 2010

Juan Montes


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NEUMÁTICOS "EL PORTUGUÉS"




                   

De niño me paseaba por los alrededores de mi casa situada en la calle Muro, número 1, jugando con los vecinos  y disfrutando de aquellos que con la caña de pescar cogían las lisas junto al vaciadero que había en la esquina de Fernando "Mindundi", viendo a Fernando el “pelo” y su padre coger muchas lisas en un lugar de vaciado de comidas y otros elementos. El pescado abundaba porque servía de comida el material que se echaba al agua que llegaba a chocar sus olas de manera permanente en las paredes de las mismas.
Las necesidades básicas de cada hogar, de cada familia, lleva a veces a situaciones límites que impulsan al ser humano a la búsqueda de soluciones imperativas. Situaciones donde quizás antes no habrían aparecido pero que han de resolverse para que la prole pueda continuar su progresión.


Todo ello me lleva a extraer unas palabras para dedicárselas a mi amigo Pepe Correa "el portugués" como así se le denominaba a su padre Luis.
Es por ello que desde tiempos ancestrales, años 50 más o menos, quedó arraigado en la Villa de Rota y junto a Juan  Santamaría Cañas “Mindundi” chatarrero de profesión, un taller de reparación de neumáticos  de vehículos aunque antes de chatarrería era un lugar donde se pisaba la uva que extraían de los campos roteños.


Adosado al ya mencionado Juan,  nuestro amigo Luis  Correa  “el portugués”  y su esposa  Bella González,  encontraron  ese trabajo que haría llevar el sustento a su hogar y a sus hijos .
La cercanía de su trabajo les hizo vivir en la casa de don Pablo de Kimper, la cual estuvo habilitada en el año 1756 como cuartel de caballería  y adquirida veinte años después por Pablo Juan de Kimper, el cual era dueño de una flota de faluchos que faenaban en nuestras costas. Es por ello que a la casa se le conoce como "casa kimper" viviendo en la misma marineros de renombre de la localidad y entre ellos, la familia de Luis Correa.


Años más tarde y en concreto en 1979,  es su hijo Pepe quien toma el relevo después de trabajar en el mundo de la albañilería. Casado con Maria del Carmen y con tres hijos José Luis, Manuel Jesús y Mari Carmen  tenia que asegurar su futuro laboral realizando las mismas tareas que su padre pero actualizando con nuevas tecnologías y nueva maquinaria el taller para agilizar el trabajo diario.


El taller estaba ubicado en un lugar cercano al puerto pesquero y deportivo, en la calle denominada Melchor  Pérez de Bedoya, regidor de nuestra Villa a principios del siglo XVIII  y junto al extinguido bar Frente al Mar que regentaba  Antonio Lucero. En sus inicios era la zona conocida como la muralla un lugar de escombros y suciedades que delimitaba ese recinto y el mar, siendo la calle  mencionada la menos limpia en tiempos de hambruna.
 No obstante el trabajo diario, la buena predisposición para con los clientes ha llevado a Pepe Correa al avance sustancial de su pequeña empresa conllevando el beneplácito de una clientela que confía en la profesionalidad  de José Correa González.


Reparación  de neumáticos, venta de los mismos, accesorios, baterías etc, hacen posible el trabajo diario acompañados de maquinaria necesaria para la extracción de los elementos de avance de los vehículos facilitando con ello un posible menor esfuerzo físico.

Pepe fue creciendo con los niños del lugar, en su mayoría hijos de marineros que colmaban los hogares situados en las confluencias de Ignacio Merello, Luis Vázquez, Pérez de Bedoya, Muro, Puerta de Jerez, Bachiller, etc.


Más medio siglo de existencia avala esta pequeña y entrañable empresa de reparación de neumáticos donde la cordialidad es la nota dominante de empresario y clientes.
En diálogo fluido nos comentaba que había meses buenos y menos buenos en cuanto a trabajo mientras tomaba una rueda en sus manos  comprobando en las aguas de su estanque la posibilidad de pinchazo ante la salida del aire de la cubierta. La cercanía con el bar el Pantalán  les lleva a veces a relajarse entre cliente y cliente para tomar un refrigerio. No obstante, su situación se antoja ideal para visualizar el puerto pesquero y deportivo así como la entrada de barcos a la dársena del puerto.


Nos comentaba con la ilusión de un español en toda regla la cercanía que tuvo ante la presencia de Sus Majestades los Reyes de España en su visita a la Villa de Rota donde tuvo la oportunidad de ser recogido a través de la fotografía junto al monarca español.


Es nuestro deseo que estas escuetas letras dedicadas a su persona  y  a su padre como iniciador del taller de reparación de neumáticos, sean muestra del recuerdo a un colectivo humano querido en la localidad y que con la presencia de Pepe Correa queda manifiesto la trayectoria laboral y  humana de un profesional dedicado  al mundo de los vehículos en los conceptos de elementos de avance. El taller del “Portugués” es , ha sido y será un referente para los roteños de a pie. Allí se soluciona cada incógnita neumática.


Enhorabuena a  Pepe y felicidades por la extraordinaria labor que realiza dia a dia.


                                                                                                                                                      Mondel

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